Y que queda, más que el aceptar. Ya no puedo negar que lo que me
pertenece, es sólo lo que tengo, el problema es que no poseo mucho,
prácticamente nada. Algunos tienen encanto, otros buen humor, algunos se
desenvuelven muy bien con la palabra, unos pocos no tienen que hacer nada las
cosas se les presentan solas, y hay desafortunados como yo. Aunque comienzo a
ver como una ventaja, el estar despreocupadamente solo.
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